El Alter Ego de la Papina

Con la interpretación de varios boleros, piezas como homenaje al recientemente fallecido Juan Formel y un rezo a Obatalá del maestro Eduardo Martín, la cantante Yuliet Abreu, “la papina”, parece enfrentarse a ese otro yo, Alter Ego, que casi todos los seres humanos tienen.

En su caso se trata de alejarse, aunque sea por unos momentos, de la saga de rumba, guaguancó y yambú  que han marcado su exitosa carrera en el famoso grupo Los Papines para adentrarse en sonoridades más suaves o románticas en las que ella sabe que tiene mucho que decir sobre el escenario.

Precisamente esa fue una de las dos razones por la que el Trío de Cuerdas “Alter Ego” la invitó a su peña en la Casona que la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, tiene en Santa Clara.

Dice el laudista Diego Santiago, director del trío, que “la otra razón es que ella tuvo una actuación lindísima en nuestra más reciente producción discográfica titulada “Conversiones” del Sello Colibrí y que tiene dos nominaciones al Festival Cubadisco en las categorías “vocal instrumental” y “antología y versiones” y que se realiza por estos días en la Habana.

“La Papina”  o Yuliet Abreu demostraron una eficiente ductilidad sobre el escenario que agradó a quienes la vimos esa noche en el patio de la Casona pues es indiscutible que la aparente dicotomía entre el vigor interpretativo que despliega con los Papines y la pasión cancionística que nos regaló junto a Alter Ego es una muestra de que esta aun joven cantante tiene para las dos cosas y quien sabe para que más.