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LA TECLA SIN TEQUE

La Feria brilla pero cojea

La Feria brilla pero cojea

Poco más de dos días hace que en Santa Clara se terminaron las actividades de la Feria Internacional del Libro Cuba 2014. El cierre fue por todo lo alto con el recibimiento, lanzamiento de libros y homenaje a Nersys Felipe, excelente escritora  para niños a quien, junto al historiador Rolando Rodríguez, estuvo dedicado el gran evento cultural.

Si usted quiere hacer un balance, o sea, cogerle el sabor que dejó la Feria entre las decenas de miles de personas que visitaron sus diversas y engalanadas  áreas de trabajo, puede tomar de exacto ejemplo ese propio día final.

De lindo y emotivo puede calificarse el encuentro de Nersys con los cientos o quizá miles de niños y padres que la esperaron frente a la Casa de Cultura en el céntrico Parque Vidal, todo en medio de un bien logrado espectáculo artístico mientras que se hacía la presentación literaria de varios de sus más famosos libros..

En términos similares puede calificarse la tertulia que se le hizo a la insigne escritora en la casona de la UNEAC donde intercambió con admiradores y conocedores de su obra literaria e incluso se le entregó la condición de Huésped Distinguida de Santa Clara.

Todo lo anterior sucedió mientras que en un estanquillo de venta, un solo estanquillo, las personas se agolpaban para comprar alguno de los pocos ejemplares de los libros de Nersys celosamente guardados para la ocasión y que solamente alcanzaron pocos afortunados.

La combinación anterior marcó los cinco días feriales: excelentes propuestas literarias y artísticas y una deficiente oferta de libros, sobre todo si hablamos de aquellos que la gente quiere comprar, tener y por supuesto leer.

Nadie puede dudar de la magnífica oportunidad que significó para los amantes de la literatura el encuentro con sus protagonistas de primera línea que son los

escritores y por aquí anduvieron Lina de Feria, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano y otros llegados del resto de las provincias cubanas.

También, y quizá lo más importantes, casi todos los muchos y buenos escritores que tiene Villa Clara así como investigadores y especialistas que disertaron sobre lo real y lo divino de la literatura y se ofrecieron muchos espectáculos artísticos de buena calidad.

Pero, siempre hay un pero, otra vez la oferta de libros se quedó muy por debajo de las expectativas de los lectores al faltar títulos imprescindibles como los diccionarios y aparecer en cantidades exiguas libros de cocina, idiomas, deportes, títulos infantiles como ‘Corazón, Había una vez, los libros de la propia Nersys Felipe, y otras temáticas muy demandadas que una vez más dejaron insatisfechos al público.

Esto es algo que se viene repitiendo por lo menos en las últimas cuatro o cinco ferias, sus organizadores lo saben y no hacen nada, yendo no solo contra una necesidad cultural de las personas sino contra la más elemental lógica comercial de la feria.

Creo que ahí radica el mano a mano de ese importante evento cultural y social, excelentes opciones literarias y culturales y una deficiente oferta de títulos sobre todo aquellos que la gente necesita o simplemente quiere y no olvidemos que el encuentro con el escritor es una experiencia valedera pero en nuestras casas lo que queda es el libro y desgraciadamente muchos santaclareños tendrán que volver a esperar para tener el que deseen.

 

 

 

 

 

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