Entre Remedios y Santo Domingo: la pintura de Bofil.
Obstinado, talentoso, polémico, acogedor, imprevisible y fiel son algunos de los calificativos que más genera la vida, obra y forma de ser de Noel Guzmán Bofia un cubano que nació en San Juan de los Remedios pero que hace tres décadas respira y pinta en Santo Domingo.
Bofia cuenta con orgullo el consejo que Samuel Feijoo,el gran folklorista y mecenas espiritual de los pintores populares de la región central de Cuba, le dio: “Dibuja lento pero constante, quiero que te desarrolles como un pintor original. Que nadie te dé clases, ni yo mismo”.
Y parece que lo asumió como una brújula porque la obra de Bofil ha roto muchos esquemas y ha desesperado a algún que otro crítico de arte o simple observador.
Aunque le motiva el teatro, la literatura y la décima es la pintura la casa recurrente de sus obsesiones las que realiza con un desenfado incansable pero inteligente pues no hay nada por gusto en sus cuadros.
Sus cuadros son muchas veces un arrebato de colores, de vivacidad, con muchos tópicos conceptuales nacidos casi todos de lo popular, de la imaginería que vive en los campos y en los barrios sencillos de su Cuba.
Obras de Guzmán Bofil están en colecciones particulares de varios lugares del mundo y enseña con orgullo el emblema de que una pieza suya se exhibe con carácter permanente en el Museo Nacional de Bellas Artes.
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