Homenaje a Isabel
Hay dos cualidades que nadie le puede discutir a Isabel Coello Trimiño. Una es la exquisitez de su obra pictórica sobre todo en el retrato decorativo y la otra es su sencillez de persona y artista.
Los cuadros de Isabel son como una fiesta de colores donde la línea y los detalles bien colocados deslumbran la vista del observador y aportan indagación y contenido muy acorde con la persona o el tipo humano pintado.
Su propia forma de ser está plasmada en su obra pues Isabel pone lo que opina o lo que la emociona de forma directa aunque enriquecido con detalles. Son sus sentimientos, las realidades que ve o las que imagina y la imaginería folklórica en la que vive inmersa como una cubana más.
El Consejo de las Artes Visuales de Villa Clara realizó un homenaje a tan destacada personalidad del arte y lo hizo en la misma cuadra donde Isabel vive, en pleno boulevard santaclareño. También participaron otras instituciones culturales de amplia relación con la artista.
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