Inventar con los Haier
En los hogares cubanos existen más de dos millones de refrigeradores HAIER de dos puertas y varios miles más de otros de una sola entrada. Mantener una alta disponibilidad en tan numerosos e importantes equipos es un auténtico desafío financiero y técnico para el país y más cuando ya sobrepasan los cuatro años de uso.
Uno de las roturas más frecuentes son los salideros internos de gas que implican el cambio de todo el mueble pues es desechable y le costaría al cliente más de mil cien pesos cubanos, casi el triple del salario medio en la isla.
Ante esa problemática un grupo de especialistas del taller de refrigeración de Santa Clara aplica una alternativa bastante eficaz y que se ha probado con éxito en más de cien equipos.
“Buscamos la solución con la colocación de un congelador clásico en la parte superior y un serpentín en la de abajo”, dice Mariano Hernández Sánchez, administrador del Taller e Innovador Principal.
“Cuando usted ve el equipo no se da cuentan por donde le entramos ni por donde salimos porque hemos utilizado la misma conformación de tuberías que tenía y le mantenemos la estética exterior”
Tal solución cuesta al cliente unos quinientos pesos moneda nacional y solo demanda en recursos el congelador y el gas refrigerante pues el resto de los materiales se recuperan del propio equipo.
Aunque no sea la más estética esta alternativa devuelve el valor de uso al principal equipo del hogar cubano, ojalá se encuentren otras soluciones para las roturas de los omnipresentes refrigeradores HAIER.
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