La Palmita de Jumagua
En los Mogotes de Jumagua, cerca de la ciudad cubana de Sagua la Grande, habita una rara especie de palma que es un endémico local estricto y que está en peligro de extinción debido al cambio climático y a la acción directa de los hombres.
Los Mogotes de Jumagua conforman uno de los accidentes naturales más bellos del centro de Cuba pues son como ocho granos de piedra y vegetación nacidos en la llanura entre Sagua la Grande y Quemado de Güines.
Tal accidente geográfico es el refugio de vida de curiosas especies de animales y plantas como el roble enano y la llamada Palmita de Jumagua, esta última considerada la de mayor interés científico e impacto ecológico entre las noventa especies de palmas que viven en Cuba.
Para apreciar el hábitat de estas raras palmas es preciso subir, por trillos angostos y llenos de las piedras “dientes de perro”, hasta la cima del mogote cuatro, la del seis o la del siete, este último con unos 85 metros sobre el nivel del mar, pues solo viven en áreas muy restringidas y escarpadas de la ladera norte donde quedan muy pocos individuos si se tiene en cuenta que no se encuentran en otro lugar del mundo.
Según el Ingeniero Milián Rodríguez Lima, Presidente de la Sección de Palmas de la Sociedad Cubana de Botánica, “es la especie de palma que menos individuos tiene en Cuba con unos 480 aproximadamente y está en una extensión de presencia de unas 10 hectáreas con un área de ocupación efectiva de solo 3,2 hectáreas.
Por parte para el Licenciado en Biología Ivan Oliver Díaz quien es el Especialista Principal del Área Protegida “Mogotes de Jumagua” el desafío de esta planta está en nacer y desarrollarse en superficies muy escarpadas que son farallones casi verticales de muchos metros y donde “debe ocurrir la buena suerte de que las semillas caigan en una de las oquedades de las rocas en las que haya algo de materia vegetal pues estas palmas tienes un sistema radicular que tiene dos funciones: una es fijar físicamente el árbol a la roca para que no se caiga y la otra es extraer la humedad y los nutrientes con que se nutre”
Aunque ya en el siglo diecinueve se conocía la existencia de este tipo de palma no es hasta mil novecientos veintinueve que se documenta en la literatura científica.
Posteriormente en las década de los cincuenta y los ochenta del siglo anterior se realizaron varias prospecciones cuyos resultados permiten confirmar la disminución de sus ejemplares y el peligro real que enfrenta esta valiosa especie sobre todo por el cambio climático y la acción del hombre.
“En cuanto al cambio climático lo que se aprecia es un aumento de las temperaturas y una disminución aún más pronunciada de las lluvias” dice Milián Rodríguez quien acota que “esto último está muy asociado a la acción antrópica, es decir la de los hombres en su actividad ganadera.
En los dos años que lleva trabajando en el Área Protegida el Biólogo Ivan Oliver ha podido darse cuenta que “la no conclusión del canal que trasvasa el agua de la Presa Alacranes hasta los pastizales de búfalos de la Empresa Pecuaria Macún tiene mucha responsabilidad en esto porque ese conducto fluvial nunca fue llevado hasta el mar como se proyectó por lo que ocurre un empantanamiento de las aguas permanente y no de unos 5 ó 6 meses como ocurría antes”
Lo anterior ha traído como consecuencia cambios en la fauna, pero sobre todo en la flora del llano inmediato a los mogotes la que ha influido en la propia de estos y viceversa observándose ya la presencia de especies que pueden calificarse de invasoras que “compiten” en hábitat con las que allí están establecidas desde hace miles de años como es el caso de la palmita.
Ante tales peligros se ha creado un vivero y plantado posturas de la especie fuera de su área natural de las que se lograron más de veinte individuos adultos y también se donaron ejemplares a jardines botánicos cubanos y extranjeros.
Ahora se planea sembrarlas directamente en las oquedades de las rocas y cuidarlas in situ a pesar de lo agreste del terreno porque si bien es verdad que de lejos los Mogotes son bellos más lo son adentro peinándose con su rara y única Palmita de Jumagua.
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