Arte Popular en el Centro de Cuba

La edición décimo séptima del Salón Territorial de Arte Popular tuvo un amplio programa de actividades en Santa Clara.

 

Incluyó el panel- Promoción  y Mercado del Arte Popular –integrado por artistas y especialistas invitados, a partir de la exposición y debate del trabajo ingenuo, naiff y expontáneo que desarrollan los creadores autodidactas que no reciben una formación académica.

 

El Salón inauguró en la Sala Pedro Osés, una muestra colectiva titulada “Viva la Vida”, con obras de artistas premiados en anteriores salones de arte popular, y luego de la recepción de piezas al concurso, el jurado de admisión aceptó 109 obras  de 63 artistas de Cienfuegos, S. Spíritus y Villa Clara, que se exhiben en la galería del Centro Provincial de las Artes Visuales.

 

 

El jurado del evento decidió otorgar cinco menciones, y tres premios en igualdad de condiciones. Los títulos  12+1=sueños, Caballo, Bajo la luna, Si yo fuera un ángel, y Llegaron los dioses, fueron las menciones.

 

En cuanto a premios Historieta de una abdución, de Rolando Quintero Capote impresionó por la  riqueza del color, originalidad en la composición y selección del tema. También Conjunto de piezas, de Pedro Luis Ramírez, por la técnica y el soporte utilizados. Y Río de agua viva, de María Caridad Trueba, por la frescura, la sencillez de recursos y la armonía visual.

 

El salón villaclareño determinó entregar una Mención Honorífica al artista Julián Espinosa Rebollido (Wayacón) de Cienfuegos, por su trayectoria sostenida y sobresaliente dentro del arte popular del territorio, además, el Premio de la Sala Pedro Osés fue para el conjunto de obras de Nerys Herrera González, que conlleva a una exposición personal en dicha sala especializada en el arte popular.

 

 

Otras instituciones como: la asociación Cubana de Artesanos Artistas, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, el Centro de Casas de Cultura, la Corporación Artex y la Asociación de Comunicadores Sociales entregaron reconocimientos colaterales; y el jurado del Salón enfatizó en la calidad del evento, en la museografía de sus exposiciones y en el predominio de obras bidimensionales.