Bonachea, el villaclareño intransigente

Todo parece indicar que en la historiografía y la sociedad cubana actual no está en el sitial que merece la brillante trayectoria militar y patriótica  del santaclareño Ramón Leocadio Bonachea y Hernández  quien alcanzó los grados de General de División del Ejército Libertador y quien fue el jefe mambí que más tiempo combatió a los españoles en la llamada guerra grande o de los diez años.

Este siete de marzo se cumplen 130 años del fusilamiento del General Bonachea considerado por muchos como el más grande de los combatientes villaclareños por la independencia de Cuba del colonialismo español. Sus restos reposan en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba.

Combatió sobre todo en el Camaguey  y en las regiones al este de la entonces provincia Las Villas y mostró su valentía y audacia militar bajo las órdenes de grandes líderes insurrectos como Ignacio Agramonte, con quien estuvo en la toma de Puerto príncipe y en el legendario rescate de Sanguily e  incluso del generalísimo Máximo Gómez Báez en el primer intento de invasión al occidente.

Siendo solo teniente coronel y en conocimiento del Pacto del Zanjón, en febrero de 1868, manifiesta su total inconformidad y apoya la dignísima Protesta de Mangos de Baraguá del Mayor General Antonio Maceo y Grajales.

Combatió trece meses después de Baraguá y solo cuando era perseguido por miles de soldados españoles y escuchado los consejos del General Serafín Sánchez Valdivia realiza, ya con los grados de general, en un lugar conocido como Jarao, en Sancti Spiritus la llamada Protesta de Hornos de Cal el 15 de abril de 1879 donde ratifica su oposición al Zanjón y su disposición a continuar la lucha por la plena independencia de la patria y por la abolición de la esclavitud.

Parte a Jamaica y recorre varios países en coordinación con otros grandes jefes mambises para retomar la guerra liberadora que con tanta ansia deseaba

A principios de diciembre de 1884  es apresado en un intento de desembarco por el sur de Oriente  y fusilado, junto a cuatro de sus compañeros, en los fosos del Morro de Santiago de Cuba el siete de marzo de 1885.

Cayó así uno de los más honestos, valientes e intransigentes luchadores por la libertad  de la patria quien es orgullo permanente de Villa Clara y de toda Cuba.

Desgraciadamente en el Museo Provincial de Villa Clara solo se conserva una foto de Bonachea y una copia del acta que levantó como parte de la protesta en Hornos de Cal, documento al que puede endosársele también la frase martiana de que “está entre lo más digno de la historia de Cuba”.

En su natal Santa Clara solo existe un busto del general mambí sobre una base de piedra erigido por una Logia Masónica y además una escuela lleva su nombre lo que da una idea de la insuficiente comprensión que las autoridades tienen de la trascendencia militar y política de la obra de ese hombre que es un ejemplo de honor y amor a su patria a toda prueba.