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LA TECLA SIN TEQUE

La Vallita es una joyita

La Vallita es una joyita

La Finca Integral Diversificada ¨La Vallita¨, cercana al poblado Falcón, es un ejemplo de aplicación de buenas tecnologías y del extensionismo agroecológico en el cultivo de frutas tropicales.

Aunque desde hace más de quince años se dedica a la producción agrícola, Emilio Chávez no puede separarse de su profesión de maestro. Junto al cultivo de frutales le dedica buen tiempo a sembrar el amor por la agricultura entre los niños y adolescentes a quienes orienta hacia carreras de perfil agropecuario.

“Aquí por ejemplo en el curso escolar pasado nosotros teníamos en una sola escuela Secundaria Básica treinta alumnos insertados al Círculo de Interés de agronomía, agroecología y medio ambiente y veinte cogieron carreras agropecuarias”

La finca que dirige y atiende junto a su hijo Norge, tiene ganados los calificativos de diversificada e integral porque bien vista parece un paraíso de colores y olores donde rozan sus ramas frutas tan tropicales como el mango, el aguacate, la guayaba, el mamey y la grandota Yaba con algunas propias de otros parajes como la uva, el melocotón, las peras y manzanas.

“La finca tiene solo hectárea y media y cuenta con 140 especies frutales y 215 variedades provenientes de muchas partes de Cuba y algunas de otros países” dice Emilio.

En la actualidad ellos trabajan de conjunto con el grupo nacional de la Agricultura Urbana con el propósito de extender este tipo de finca a otras partes de Cuba y ya entregan posturas a algunas ubicadas en las zonas de Trinidad, el Sopapo y Manicaragua.

En la Vallita no se usan productos químicos, excepto con la uva, por lo que se emplean son plaguicidas naturales de origen botánico y materias orgánicas como el compós, la cachaza, la gallinaza, el estiércol y el humus de lombriz o sea todos productos sanos.

Autor de unos seis textos didácticos y promocionales sobre la agricultura, Emilio Chávez es un enamorado de la ciencia y la técnica… El y su hijo siempre están inventando algo y ahora se empeñan en lograr una variedad de guayaba que no tenga semillas.

“La ciencia y la técnica no es solo la innovación y la inventiva sino sobre todo hacer las cosas bien, esa es la mejor ciencia y técnica y es lo que practicamos e inculcamos en los demás”

Dice Emilio que en Cuba no debería existir ni un centímetro cuadrado de tierra sin cultivar, que para sacarle frutos no se necesita tanto conocimiento sino mucho amor y que si lo quieren comprobar que se lleguen a su finca La Vallita pegadita a la carretera central y a dos kilómetros del poblado Falcón.

 

 

 

 

 

 

 

 

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