El sorgo es un buen alimento

A unas 63 millones de toneladas  asciende el pronóstico de cosecha de sorgo a nivel mundial. Ese cereal posee muy buenas cualidades para la alimentación humana y animal, sin embargo en Cuba no se cultiva con la masividad y rendimientos que se necesitan y que se pueden obtener.

 

Desde hace unos veinte años en el Centro de Investigaciones Agropecuarias de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, CIAP, se trabaja en la obtención de variedades de sorgo apropiadas al escenario agrícola cubano.

 

Ya tienen un banco de germoplasma con unas 178 variedades y han logrado varios híbridos blancos y rojos con excelentes rendimientos y cualidades nutritivas.

 

Al frente de estas investigaciones ha estado el Doctor Orlando Saucedo Castillo quien alaba la facilidad con que se pueden obtener buenas cosechas de sorgo porque “es un cultivo de condiciones precarias, que se da hasta en suelos malos y muy resistente a la salinidad y la mayorías de las enfermedades y se adapta bien al estrés hídrico por lo que sin muchas atenciones técnicas aporta muchos nutrientes”

 

Hoy se cultivan unas tres mil hectáreas de sorgo en diez provincias cubanas las que se destinan en más de un 75 por ciento a alimentación de cerdos pues la Empresa Porcina Nacional le ha prestado mucha atención a los beneficios que este cereal aporta en la nutrición de sus animales.

 

No ocurre lo mismo con la cría de aves y ganado bovino que también podrían beneficiarse mucho de este cereal y sin embargo casi no se hace nada al respecto. Según el Doctor Saucedo esto ocurre a pesar de que el CIAP ha desarrollado variedades forrajeras que admiten hasta tres cortes al año.

 

En cuanto a su uso para alimentación humana sí se han obtenido algunos resultados sobre todo en la confección de cerveza a partir de una malta contentiva de hasta un 10 por ciento de ese cereal, también en la elaboración de refrescos y otras bebidas nutritivas y como extensor para productos embutidos cárnicos.

 

En la actualidad los investigadores del CIAP y la Empresa Provincial de Alimentos de Villa Clara ponen a punto una pequeña industria donde se elaborarán  dulces, panes y otras reposterías a base de harina de sorgo destinado a las personas con la enfermedad celíaca la que les impide comer algo que contenga trigo.

 

El trigo y la gran mayoría de los cereales contienen glútem que es una proteína que no se encuentra en el sorgo por lo que este último es apropiado para esas personas.

 

No obstante esos son resultados en pequeña escala que no se han generalizado a la industria alimenticia cubana que carece, primero que todo, de las cantidades necesarias del cereal.

 

Se calcula que hasta un treinta por ciento de las importaciones de trigo se podrían sustituir por sorgo con lo que se ahorrarían al  país grandes cantidades de divisas que hoy se gastan mientras que existen las tierras, los conocimientos y las semillas de sorgo esperando porque despierte la visión y la voluntad de algunos directivos agrícolas.